Transmilenio, de rojo a oscuro

El sistema de transporte masivo de Bogotá, Transmilenio, vive momentos difíciles. La afluencia de pasajeros parece estar superando su capacidad y prácticamente todos los días se presentan percances. El Consejo de Estado ya se pronunció al respecto y le exige a la empresa controlar el sobrecupo de los articulados.

Episodios como el que me ocurrió el día de hoy, el cual narro a continuación,  demuestran que existen muchas fallas en el manejo de los buses rojos y las estaciones de la empresa de la que se sienten orgullosos personajes como Enrique Peñalosa.

Hoy, 10 de septiembre de 2011 un articulado del servicio Transmilenio asignado a la ruta G12 se varó frente a la estación La Castellana. Los pasajeros no recibimos ningún tipo de explicación por parte del conductor, solo tuvimos que bajarnos. No estaba presente ningún representante de Transmilenio, ningún miembro de Misión Bogotá y mucho menos un policía. Únicamente medio vagón estaba habilitado. Ante la situación algunos pasajeros abrieron las rejas para pasar a otro vagón y ya en este no fue posible abrir las puertas usando el botón respectivo, por lo tanto algunas personas forzaron las puertas y se subieron en otro articulado. Cuando el conductor del bus en el que veníamos superó el percance continuó con su marcha dejándonos a todos. Poco a poco nos fuimos subiendo a los siguientes buses que pararon.

El vídeo tomado apresuradamente con una cámara de un celular (que se estaba quedando sin batería) muestra como quedaron las puertas después de ser forzadas para abrirse. Realmente se notaba la desesperación e incomodidad de la gente. Además, la pérdida de tiempo que generan este tipo de incidentes; por ejemplo, en mi caso un viaje que normalmente dura quince minutos se convirtió en uno de unos cuarenta minutos.

Tomado de Canal de vídeo de esquirlas en YouTube

Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente