Frank Ramírez caracterizando a León María Lozano. |
200 años de violencia
La historia republicana de Colombia está bañada de sangre, desde la independencia los contrarios se han enfrentado combinando todas las formas de lucha, por una parte el discurso y la retórica política y por otra las armas. Sin embargo, para que no nos sintiéramos tal mal esa tragedia constante de dos siglos ha sido dividida en distintos períodos en algunos de los cuales aparentemente se vivieron momentos de calma que fueron seguidos por un recrudecimiento del belicismo.
Una de esas tantas etapas es el período de luchas intestinas entre los partidos Liberal y Conservador a mediados del siglo XX conocido con el nombre genérico de "La Violencia".
Gustavo Álvarez Gardeazábal
Siempre es bueno sorprenderse con los excelentes escritores que ha parido esta tierra. En los años de colegio la mayoría de las veces nos limitan a leer a un minúsculo grupo de escritores escogidos como García Márquez, Jorge Isaacs o el aburrido José Eustasio Rivera.
Gardeazábal, como es conocido en los medios, nació en Tuluá (departamento del Valle) en octubre de 1945. Es escritor, columnista y participa activamente de lunes a viernes en la mesa de trabajo del programa La Luciérnaga de Caracol Radio. También incursionó en la política, llegando a ser gobernador de su departamento. En 1999 "fue acusado de enriquecimiento ilícito por haber vendido en el año de 1992 una escultura por el valor de siete millones de pesos a quien resultó ser un testaferro de un narcotraficante. Fue hallado culpable y condenado a seis años y seis meses de prisión, lo que lo obligó a dimitir como Gobernador y pagar la condena." (Artículo de Wikipedia). En 2011 la Universidad del Valle le concedió el doctorado Honoris Causa en Literatura.
Su obra cumbre es sin lugar a dudas "Cóndores no entierran todos los días" (1971) que escribió mientras trabajó en la Universidad de Nariño en la ciudad de Pasto. En el prólogo de la edición que se comenta en este texto el autor reconoce lo importante que fue su estadía en ese lugar para que el libro pudiera ser el magnífico producto final que es.
Cóndores no entierran todos los días
La vida nos da la oportunidad de irnos encontrando con grandes obras que recogen los avatares que han vivido los moradores de nuestra adolorida patria.
Durante un lustro "Los Pájaros" (el brazo armado del conservatismo valluno) al mando de "El Cóndor" asesinaron a miles de liberales. Cuando la situación en Tuluá y en general en todo el país se tornó insostenible el poder central desde Bogotá decidió parar la matanza.
En "Cóndores" el lector se encuentra con la historia de un hombre (León María Lozano), que es a la vez la historia de todo un pueblo, que sintetiza la caótica situación de toda una nación en un determinado momento.
Leer como se dieron las transformaciones en la vida y conducta de Lozano vendedor de quesos en la plaza de mercado de Tuluá impresiona. Podemos percibir como el compromiso de una persona a defender unos ideales la llevan a transgredir esos mismo ideales y a convertirse en un oscuro personaje: "El Cóndor".
Uno se encuentra con el testimonio contundente del horror que vivió todo un pueblo que a la vez guardó un silencio cómplice ante la atrocidad.
Título: Cóndores no entierran todos los días
Autor: Gustavo Álvarez Gardeazábal
Páginas: 185
Calificación: ****
Autor: Gustavo Álvarez Gardeazábal
Páginas: 185
Editorial: Random House Mondadori, Grijalbo (Bogotá, 2011) (Edición Conmemorativa 40 Años)
ISBN: 978-958-8618-40-1Calificación: ****
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