¿Hasta cuando?

A diario nos quejamos en Colombia del flagelo que nos azota desde hace décadas: la violencia. Tenemos la certeza de que si alcanzáramos la tan anhelada paz seríamos un mejor país y podríamos preocuparnos por solucionar otros problemas que son urgentes pero que de alguna manera hemos vuelto irrelevantes para concentrarnos en el peor de todos.

Sin embargo, creo que hay un problema estructural en la visión que tenemos del conflicto pues los culpables siempre son otros: los fanáticos partidistas de los años 40, las guerrillas que surgieron finalizando los 50's, los narcotraficantes que florecieron en la década de los ochenta, los grandes señores paramilitares que atemorizaron a muchos desde hace por lo menos 25 años o las hoy llamadas Bacrim. Lastimosamente eso sólo es cierto parcialmente ya que muchos ciudadanos de a pie protagonizan a diario hechos que no precisamente nos conducen a obtener la paz y la concordia en nuestra convulsionada nación.

Un ejemplo de ello es el ataque del día de ayer a un bus articulado del servicio de transporte Transmilenio junto con la destrucción de la estación Zona Industrial. Las acciones de un grupo de jóvenes como se puede ver en las imágenes de los medios de comunicación fueron en extremo violentas e irresponsables pues en el vehículo había mucho gente que por supuesto estaba al margen de las supuestas reivindicaciones que de manera tan errónea hacían los manifestantes.

¿Por qué destruir el bien público? ¿Por qué contra Transmilenio si se supone que las acciones por las que protestaban estaban ocurriendo en los centros comerciales del sector? ¿Qué relación hay entre los operativos de la DIAN contra el contrabando y el vandalismo en contra de gentes inocentes?

A mi modo de ver la respuesta a todas estas preguntas es que porque se les dio la gana. Porque la actitud de estos muchachos es sintomática y se ha visto muchas veces en Bogotá y otros sitios del país. Ya en mis años de estudio en la Universidad Nacional, que tanto aprecio y añoro, había evidenciado esa destrucción de la infraestructura por el simple hecho de hacerlo.

Muchos han calificado los episodios de ayer como terrorismo y por mi parte comparto la apreciación porque fueron acciones totalmente irresponsables que afectaron la salud emocional y física de las personas que se movilizaban en el bus.

Para los que no han visto las imágenes dejo un vídeo. No soy el propietario del contenido que pertenece a Noticias RCN de RCN Televisión y que tomé de los portales de Internet de EL TIEMPO y EL ESPECTADOR.

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