Los elegidos


En nuestro continente está ocurriendo un fenómeno que vale la pena comentar. Algunos presidentes terminan su mandato con una amplia aceptación en la sociedad y para asegurar que sus políticas fundamentales continúen cuando abandonen el poder invierten su capital político ungiendo un sucesor.

El presidente en ejercicio, en la medida en la que permita la ley e inclusive más allá, apoya a su elegido o elegida y como se ha visto por obvias razones convierte a esa persona señalada en el candidato fuerte, el favorito que gana las elecciones.

Pero, ya en el ejercicio del poder el nuevo presidente comienza a hacer cosas que su mentor no esperaba y sus políticas toman un viraje.

Primero pasó en Colombia, con la elección de Juan Manuel Santos apoyado por Álvaro Uribe Velez. Santos fue elegido para defender y mantener "los tres huevitos", pero ya en el ejercicio de su cargo a tomado como suyas las banderas que en campaña defendieron el Partido Liberal, el Partido Verde e inclusive el Polo Democrático. Santos nos ha sorprendido a todos, a los uribistas por un lado y a los opositores por otro.

El caso más reciente es Dilma Rousseff, elegida en Brasil para remplazar al poderoso y querido Luiz Inacio Lula da Silva, pues en la modernización de las fuerzas armadas de ese país ha hecho lo contrario de lo que él hubiese deseado. 

Por otro lado la señora Rousseff ha tomado distancia de Mahmud Ahmadineyad, presidente de Irán, con quien Lula era más cercano. El discurso de la presidente resalta la defensa de los derechos humanos de manera vehemente; posición que no era tan clara en su antecesor.

La actitud de Santos y Rousseff a mi modo de ver es favorable, pues aprovechan lo mejor que dejaron las personas que están reemplazando pero hacen un viraje positivo ganando adeptos que sus antecesores no tuvieron, mejorando las relaciones integrales con los vecinos, U.S. y otros países.

¿Cuál será el nuevo elegido que ya en el trono "traicionará" el legado?

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