Como si fuera hoy: La rebelión de las ratas

Título: La Rebelión de las Ratas
Autor: Fernando Soto Aparicio
Páginas: 337
Editorial: Panamericana Editorial
Ciudad y fecha: Bogotá, 2011
Calificación: ★★★★
ISBN: 978-958-30-3701-6 (Edición Conmemorativa Quincuagésimo Aniversario, 3000 ejemplares numerados) 

Hasta donde recuerdo, en mis años de colegio, cuando llegó el momento de dedicarse al estudio de la literatura colombiana me sometieron a leer María de Jorge Isaacs, según dicen una gran obra, que a mí me pareció un libro triste y un relato simple y magnífico como es El Coronel no tiene quien le escriba de Gabriel García Márquez. Sin embargo, contrario a como a muchos les ocurrió a mi no me impusieron la lectura de La Rebelión de las Ratas. Claramente conocía de su existencia, el nombre y la importancia de su autor Fernando Soto Aparicio y sabía tangencialmente de lo que trataba, pero, no había tenido o buscado la oportunidad para dedicarme a su lectura.

Hoy gracias a la iniciativa de Panamericana Editorial de poner en las manos del público una bonita versión del texto con motivo de celebrar el 50° aniversario de esta obra cumbre de las letras colombianas en el siglo XX finalmente la he leído.

En la historia, Rudecindo Cristancho y su familia (formada por su esposa Pastora que está embarazada, su hija Mariena y su hijo Pacho) llegan al imaginario pueblo de Timbalí, huyendo de su campo natal, arrastrados por la promesa de un futuro mejor gracias a la existencia de la Compañía minera que explota las minas de carbón de la región. Al intentar conseguir quien les dé alojamiento la familia enfrentara la primera de las muchas de las bofetadas que les dará la vida a lo largo de las siguientes semanas. Se verán obligados a vivir extramuros, en un basurero, auxiliados por una mujer hermosa de dudosa reputación. La hija, una adolescente, empieza a despertar y a sucumbir ante los deseos de la carne, el hijo de doce años empieza a incubar dentro de si propósitos criminales, la abnegada Pastora casi muere en un accidente ridículo. Y lo peor es que el anhelado trabajo en la minería no es la solución. Las condiciones laborales son las peores. Los trabajadores son sobre-explotados por los propietarios de la empresa que obtienen grandes dividendos. La huelga estalla y en vez de traer la reivindicación será causa de más desagracias para los Cristancho.

El libro, plantea a mi parecer una pregunta trascendental ¿Qué es el progreso? ¿A quién beneficia? Es cierto Timbalí, poseía recursos naturales que fueron explotados, pero no en beneficio de los lugareños. Fueron los extranjeros y algunos pocos nativos que se plegaron a las voluntades de los foráneos quienes obtuvieron los frutos del sacrificio de muchos.

Desde el punto de vista estrictamente gramatical, la obra está construida en un lenguaje agradable y fluido que  aun después de cincuenta años de su aparición es ciento por ciento comprensible para las generaciones actuales.

Hoy, ante el panorama minero-energético en Colombia y recordando que esta misma semana se presentaron huelgas y refriegas en los llanos orientales ante las malas condiciones a los que están sometidos empleados de Pacific Rubiales, La rebelión de las ratas nos recuerda que algunas plumas cada tanto engendran textos cardinales que ni el espacio ni el tiempo pueden aniquilar.

Fotografía tomada de EL ESPECTADOR 

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