Vlad, cuando los vampiros buscan nuevas tierras

Título: Vlad 
Autor: Carlos Fuentes
Páginas: 111
Editorial: Alfaguara (México, 2010)
ISBN: 978-607-11-0562-2 
Calificación: ***

Empiezo por confesar mi ignorancia, primero en cuanto a la obra de Carlos Fuentes, de quien sé es uno de los representantes vivos más importantes de las letras latinoamericanas. Pero, segundo, con respecto a los orígenes de la leyenda del Conde Drácula.

Lo cierto es que Vlad es una interesante apuesta por darle nuevos aires al mito siempre presente de los vampiros y recrearlo en un escenario alejado de la lúgubre Transilvania, la Ciudad de México.

Yves Navarro recibe de boca de su anciano jefe, Eloy Zurinaga, un encargo fuera de lo habitual, conseguir una casa con claras y enigmáticas especificaciones para un amigo europeo que ha caído en desgracia. Coincidencialmente la esposa de Navarro, Asunción, posee una inmobiliaria, por lo cual todo parece indicar que la misión no será difícil de lograr. Sin embargo, la labor encomendada será el inicio del infierno para nuestro protagonista, que conocerá a un oscuro personaje (Vlad) y verá como su aparentemente apasible y feliz vida tambalea.

La frase: "Quizá, como el vampiro, Dios es un ser nocturno y misterioso que no acaba de manifestarse o de entenderse a sí mismo y por eso nos necesita"

El texto es bastante breve, pero atrapante, y se lee fácilmente en un par de horas. Quizás las últimas diez páginas son un poco inverosímiles y con una carga de culebrón mexicano que le quita brillo al libro. Por demás está bellamente editado e incluye imágenes muy elaboradas y acorde con la historia.

He leído críticas al uso de datos errados por parte de Fuentes, pero es que éste no es un tratado de historia sino un libro de ficción literaria que se puede disfrutar si así se entiende.

Si desea empaparse un poco más puede leer las primeras páginas de Vlad y ver como son los cuentos de vampiros sin el melodrama de Twilight.

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