Parar para avanzar

Mañana, 21 de noviembre, se cumple un año del inicio de la movilización social más potente que ha visto este país. Lo que prometía ser una jornada más de marchas y protestas se convirtió en un movimiento que puso en jaque al establecimiento y consiguió legitimidad gracias al apoyo de muchos ciudadanos que con cacerola en mano se unieron al clamor desde sus casas. Al día siguiente, vivimos una noche asustadora en Bogotá, con toque de queda incluido, y, desgraciadamente, el sábado 23 fue asesinado el joven Dilan Cruz. Muy seguramente, si la pandemia por la COVID-19 no se hubiera presentado, el paro nacional habría continuado en 2020. 

En este libro, la profesora Sandra Borda, con una narración fluida, hace un recorrido por los antecedentes del movimiento estudiantil retrocediendo casi una década y luego, volviendo al presente, nos muestra como en su diversidad, los estudiantes lograron paralizar a Colombia en el último mes de 2019.

Me gusta mucho que Borda tenga una visión académica pero no academicista del movimiento estudiantil, es decir, no es un tratado frío de lo que ocurrió sino una mirada con múltiples perspectivas del fenómeno. Tampoco cae en las simplificaciones que nuestros medios de comunicación comúnmente hacen (unos vándalos destruyéndolo todo), por el contrario, critica ese tipo de narrativas y le da voz a distintos estudiantes que participan actualmente en el movimiento, quienes tienes razones variadas para hacerlo.

Parar para avanzar
Sandra Borda
Crítica, 2020, 93 páginas

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