Al inicio de su libro de memorias Gabriel García Márquez escribió que «la vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda, y cómo la recuerda para contarla». Creo que esta premisa es perfecta para Claudia, la protagonista y narradora de esta novela, quien de primera mano nos da a conocer, con su particular visión infantil, los meses en que el mundo que conocía, y parecía inalterable, se transformó (¿se derrumbó?) para siempre.
Claudia está llena de interrogantes y tiene una curiosidad innata por saber más del pasado de sus padres. Hace preguntas, a veces consigue respuestas pero en la mayoría de ocasiones se dedica a interpretar silencios, a leer gestos casi imperceptibles y a masticar pensamientos para así ir armando, con mayor precisión que los adultos que la rodean, un mapa de la crisis que se cierne sobre ellos.
Uno de los aspectos que más me atrapó del libro es la relación de Claudia con la muerte. Piensa en sus abuelos muertos y en cómo sus padres los recuerdan, muestra intensa curiosidad en saber los detalles de algunas muertes y, finalmente, como probablemente nos ha ocurrido a todos, se imagina la dolorosa posibilidad de la muerte de sus padres. Todo esto, tan sombrío, es descrito por la autora con extraordinaria belleza. Hacia el final Claudia afirma: «Todos mis muertos, pensé. Si los de mi papá estaban en sus silencios y los de mi mamá eran las plantas de la selva, los míos eran las hojas a punto de caerse» (p.206), ¿No les parece precioso?
Dado por todo lo que pasan Claudia y su familia en los meses que cubre la novela es un acierto rotundo que se titule Los abismos pues la narración está repleta de ellos, comenzando por las escaleras del apartamento (la selva), pasando por un edificio demasiado alto hasta llegar a la casa enclavada en las montañas que la familia visita en vacaciones. Sin embargo, los abismos más interesantes son esos que van surgiendo entre los personajes y el más doloroso, pero también el construido con más filigrana, es aquel abismo irreparable que se forja entre madre e hija.
Para concluir tengo que decirles, por si no ha quedado claro, que me encantó este libro y que el único sinsabor que me queda es que se me acabó demasiado rápido. Gracias a la autora por regresar a temas que ya había tratado en La perra (la maternidad, la naturaleza agreste, la muerte) en una historia bella, dolorosa y con un punto de vista tan ingenioso.
Los abismos fue galardonada con el XXIV Premio Alfaguara de novela en 2021.
Ficha
Título: Los abismos
Autor: Pilar Quintana
Páginas: 246
Editorial: Alfaguara
Año: 2021
Calificación: ★★★★★